Dios todopoderoso y eterno, enviaste a tu único Hijo al mundo para expulsar el poder de Satanás, espíritu del mal, para rescatar al hombre del reino de las tinieblas y llevarlo al esplendor de tu reino de luz.
Oramos por este niño: libéralo del pecado original, hazle un templo de tu gloria y envía a tu Espíritu Santo a habitar con él. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.